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Barras de Cheesecake Cremosas al Horno: Un Postre Irresistible

Introducción:
¿Antojo de algo dulce, elegante y fácil de servir? Estas barras de cheesecake cremosas al horno son justo lo que necesitas. Con la textura suave y aterciopelada de una tarta de queso tradicional y la practicidad de un postre en porciones individuales, estas delicias conquistarán todos los paladares. Una base crujiente, un relleno suave como la seda y un sabor que te hará volver por más… perfectas para celebraciones, tardes de café o simplemente para darte un gusto.


Ingredientes:

Para la base:

  • 2 tazas de galletas graham o digestivas trituradas

  • ½ taza de mantequilla sin sal, derretida

  • 2 cucharadas de azúcar

  • ½ cucharadita de extracto de vainilla

Para el relleno:

  • 3 paquetes (de 225 g cada uno) de queso crema, a temperatura ambiente

  • 1 taza de azúcar

  • 3 huevos grandes

  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

  • ½ taza de crema agria

  • 2 cucharadas de harina

  • Ralladura de 1 limón (opcional, para dar un toque fresco)


Preparación paso a paso:

1. Prepara la base crujiente:
Precalienta el horno a 160 °C. Forra un molde cuadrado de 23 x 23 cm con papel vegetal, dejando que sobresalga por los bordes. En un bol, mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida, el azúcar y la vainilla. Presiona la mezcla firmemente en el fondo del molde, formando una capa uniforme. Hornea durante 8-10 minutos y deja enfriar ligeramente.

2. Mezcla el relleno cremoso:
Bate el queso crema hasta obtener una textura suave. Añade el azúcar y sigue batiendo hasta que quede esponjoso. Incorpora los huevos uno a uno, luego la vainilla, la crema agria, la harina y la ralladura de limón si decides usarla. La mezcla debe quedar uniforme y sin grumos.

3. Al horno:
Vierte el relleno sobre la base ya horneada y alisa la superficie. Da un golpecito suave al molde sobre la encimera para eliminar burbujas de aire. Hornea durante 40 a 45 minutos, hasta que el centro esté firme pero aún ligeramente tembloroso.

4. Enfría y refrigera:
Saca del horno y deja que se enfríe completamente a temperatura ambiente. Luego, refrigera al menos 4 horas (mejor si es toda la noche) para que el cheesecake tome consistencia y se pueda cortar sin problema.

5. Corta y sirve con estilo:
Usa el papel vegetal para levantar el postre del molde y colócalo sobre una tabla. Corta en barras con un cuchillo afilado, limpiando entre cada corte para un acabado perfecto. Puedes servirlas tal cual o decorarlas con frutas frescas, crema batida o un toque de mermelada.


Conclusión:
Estas barras de tarta de queso horneada combinan lo mejor del sabor clásico con la comodidad moderna. Son fáciles de hacer, se ven espectaculares y, lo más importante, ¡saben aún mejor! Ya sea para agasajar a tus invitados o darte un gusto personal, esta receta se convertirá en una de tus favoritas. Prepárate… ¡porque desaparecerán en un abrir y cerrar de ojos!