Introducción
No hay nada como el aroma de un bizcocho recién horneado llenando la cocina. Con su equilibrio perfecto entre dulzura y textura esponjosa, este postre es una opción ideal para acompañar un café, disfrutar en una reunión o simplemente darse un capricho. A continuación, te mostramos cómo preparar este clásico de la repostería de forma sencilla y deliciosa.
Ingredientes
- 2 tazas de harina de trigo todo uso
- 1 1/2 tazas de azúcar granulada
- 1 taza de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 4 huevos grandes
- 1/2 taza de leche entera
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- Una pizca de sal
Instrucciones
Preparación
Precalienta el horno a 175 °C (350 °F). Engrasa y enharina un molde para pan o varios moldes pequeños si deseas porciones individuales.
Elaboración de la masa
- En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y ligera (aproximadamente 3-5 minutos).
- Agrega los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición para lograr una textura aireada.
- Incorpora el extracto de vainilla y mezcla hasta integrar.
Mezcla de ingredientes secos
- En otro recipiente, tamiza la harina, el polvo de hornear y la sal.
- Agrega poco a poco los ingredientes secos a la mezcla de mantequilla, alternando con la leche. Comienza y termina con la harina, mezclando solo hasta integrar para evitar una textura densa.
Horneado
- Vierte la masa en los moldes preparados, llenándolos hasta 3/4 de su capacidad.
- Hornea por 50-60 minutos si usas un molde grande o de 25-30 minutos para versiones más pequeñas.
- Comprueba la cocción insertando un palillo en el centro; si sale limpio, el bizcocho está listo.
- Deja reposar en el molde durante 10 minutos antes de transferir a una rejilla para enfriar por completo.
Opciones para Servir
Este bizcocho es delicioso por sí solo, pero también puedes acompañarlo con crema batida, frutas frescas o un glaseado de vainilla para un toque extra de dulzura.
Conclusión
Fácil de preparar y con un sabor irresistible, este bizcocho casero es perfecto para cualquier momento del día. Ya sea para compartir con amigos o disfrutar en solitario, cada bocado es un placer que nos recuerda la magia de la repostería casera. ¡Anímate a prepararlo y deleita a todos con su sabor clásico y reconfortante!