¿Te imaginas un bocado crujiente por fuera, suave y cremoso por dentro, con un toque dulce y delicado? Eso es justo lo que ofrecen estos croissants rellenos de crema pastelera y nata montada. Perfectos para el desayuno, una merienda especial o para acompañar una taza de café, son tan irresistibles que desaparecerán en segundos. Y lo mejor de todo: puedes prepararlos en casa sin complicaciones.
A continuación, te explico paso a paso cómo elaborar esta delicia de pastelería con ingredientes sencillos y un resultado digno de vitrina francesa.
📝 Ingredientes necesarios
Para la crema pastelera:
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3 yemas de huevo
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30 g de harina (aproximadamente 2 cucharadas)
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100 g de azúcar
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1 cucharadita de extracto de vainilla
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230 ml de leche caliente
Para el relleno y montaje:
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200 g de nata montada (nata para montar, bien fría)
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1 lámina de hojaldre
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Azúcar glas para espolvorear
👩🍳 Paso a paso: Cómo preparar estos croissants rellenos
1. Preparar la crema pastelera
Comienza batiendo las yemas de huevo en un bol. Añade el azúcar y el extracto de vainilla. Bate enérgicamente con un batidor de mano hasta lograr una mezcla clara, suave y espumosa. Este proceso airea la preparación y mejora su textura.
Agrega la mitad de la leche caliente poco a poco, removiendo para atemperar los huevos sin cocinarlos. Luego incorpora la harina tamizada y mezcla bien hasta que no queden grumos. Por último, añade el resto de la leche y revuelve hasta integrar todo por completo.
Lleva esta mezcla a una cacerola a fuego bajo. Remueve constantemente con una espátula o batidor para evitar que se pegue o forme grumos. En unos 5 a 7 minutos, verás cómo espesa y se convierte en una crema suave y densa.
Retira del fuego, vierte en un recipiente de vidrio y cubre con papel film en contacto directo con la superficie para evitar que se forme costra. Lleva al refrigerador hasta que esté completamente fría.
2. Mezclar con la nata montada
Una vez que la crema pastelera se haya enfriado, llega el momento de aportar ligereza. Incorpora la nata montada (bien firme) poco a poco, utilizando una espátula y movimientos envolventes de abajo hacia arriba. Así obtendrás una crema aún más aireada y deliciosa.
💡 Consejo: Usa nata con un mínimo de 35% de grasa para que monte bien y conserve su estructura al mezclarla con la crema.
3. Preparar los croissants de hojaldre
Extiende la lámina de hojaldre sobre una superficie ligeramente enharinada. Con un cuchillo afilado o cortador de pizza, divide la masa en 12 tiras iguales.
Toma cada tira y enróllala alrededor de moldes de croissant o conos de acero inoxidable, solapando ligeramente las capas para que no se abran al hornear. Si no tienes moldes, puedes formar pequeños cilindros con papel de aluminio envuelto en forma de cono.
Coloca los croissants en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Pincélalos con un poco de nata líquida o huevo batido para que adquieran un bonito color dorado al hornearse.
Hornea en horno precalentado a 200°C durante unos 15 a 20 minutos, o hasta que estén dorados, inflados y crujientes. Sácalos del horno y deja que se enfríen completamente antes de rellenarlos.
4. Rellenar y decorar
Cuando los croissants estén fríos, con cuidado retira los moldes del interior. Luego, con una manga pastelera equipada con una boquilla ancha, rellena generosamente cada croissant por ambos extremos con la mezcla de crema pastelera y nata montada.
Colócalos en una bandeja o fuente bonita y espolvorea por encima un poco de azúcar glas para darles ese toque final de pastelería profesional.
🍽️ Consejos para disfrutarlos al máximo
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Servir fríos: Aunque pueden comerse a temperatura ambiente, fríos son más refrescantes y la crema mantiene mejor su forma.
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Personaliza el sabor: Puedes añadir ralladura de limón o naranja a la crema para dar un toque cítrico. También puedes espolvorear canela por encima.
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Relleno alternativo: ¿No te gusta la nata? Sustitúyela por crema de chocolate, dulce de leche o incluso una mermelada espesa.
❤️ Perfectos para cualquier ocasión
Estos croissants caseros son ideales para sorprender en un desayuno especial, una merienda con amigas o como postre elegante tras una cena. Además, son una opción fantástica para llevar a una reunión familiar o simplemente darte un gusto sin salir de casa.
🌟 ¿Te animas a probar esta receta?
No necesitas ser una experta pastelera para preparar estos deliciosos croissants. Solo un poco de paciencia, amor por los dulces y ganas de disfrutar. Una vez que los pruebes, ¡querrás repetir!