Muffins de Calabacín con Queso: Una Delicia Irresistible

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Introducción

Si estás buscando una receta fácil, saludable y llena de sabor, estos muffins de calabacín con queso te van a encantar. Perfectos para el desayuno, la merienda o incluso como acompañamiento en la comida, combinan la suavidad del calabacín con el intenso sabor del queso. Además, son bajos en carbohidratos y una excelente manera de incluir más verduras en tu dieta sin sacrificar el buen gusto.

Ingredientes

  • 2 tazas de calabacín rallado (bien escurrido)
  • 1 taza de queso cheddar rallado
  • 1/2 taza de queso parmesano rallado
  • 1 taza de harina de trigo todo uso
  • 1/2 cucharadita de polvo para hornear
  • 2 huevos
  • 1/2 taza de leche
  • 2 cucharadas de mantequilla derretida
  • 1 cucharadita de ajo en polvo
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra
  • 2 cucharadas de cebollines picados

Preparación

1. Preparar el calabacín

Ralla el calabacín y colócalo sobre un paño limpio. Exprime con fuerza para eliminar la mayor cantidad de líquido posible. Este paso es clave para que los muffins queden esponjosos y no aguados.

2. Mezclar los ingredientes

Precalienta el horno a 190 °C (375 °F) y engrasa un molde para muffins.

En un bol grande, bate los huevos, la leche y la mantequilla derretida hasta integrar bien. Luego, incorpora la harina, el polvo de hornear, el ajo en polvo, la sal y la pimienta, mezclando hasta obtener una masa homogénea.

Añade el calabacín escurrido, el queso cheddar, el queso parmesano y los cebollines. Remueve suavemente hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.

3. Horneado

Distribuye la mezcla en los moldes para muffins, llenándolos aproximadamente hasta 3/4 de su capacidad.

Hornea durante 20-25 minutos o hasta que estén dorados y, al insertar un palillo en el centro, salga limpio.

Deja enfriar por unos minutos antes de desmoldar.

Conclusión

Estos muffins de calabacín con queso son la opción perfecta para quienes buscan una receta sencilla pero deliciosa. Ideales para disfrutar solos, con crema agria o incluso como guarnición de una comida ligera. Anímate a probarlos y sorpréndete con su textura suave y su sabor irresistible. ¡Tu paladar te lo agradecerá!