¿Te apetece una comida reconfortante, con mucho sabor y fácil de preparar? Este plato de pollo con champiñones, espinacas frescas y tomates deshidratados es una opción perfecta. La salsa cremosa con ajo y queso le da un toque irresistible que combina de maravilla con arroz, pasta o pan artesanal.
🛍️ Ingredientes que vas a necesitar
-
500 g de pechugas de pollo, cortadas en tiras o cubos
-
250 g de champiñones frescos, en láminas
-
Un puñado generoso de espinacas frescas (aprox. 200 g)
-
100 g de tomates secos en aceite, escurridos y picados
-
200 ml de crema de leche o nata para cocinar
-
100 ml de caldo de pollo (casero o envasado)
-
4 dientes de ajo, picados muy fino
-
50 g de queso parmesano rallado
-
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
-
Sal y pimienta negra al gusto
👩🍳 Paso a paso: cómo prepararlo
-
Sellar el pollo
Calienta una sartén amplia con un chorrito de aceite de oliva. Cocina el pollo hasta que esté dorado por fuera. Añade sal y pimienta. Una vez listo, retíralo y resérvalo en un plato. -
Saltear champiñones y ajo
En la misma sartén, añade un poco más de aceite si es necesario. Incorpora los champiñones y cocínalos hasta que suelten el agua y se doren ligeramente. Añade el ajo y sofríe un minuto más, sin dejar que se queme. -
Incorporar los vegetales
Añade los tomates deshidratados y las espinacas. Cocina removiendo hasta que las espinacas reduzcan su volumen. -
Hacer la salsa cremosa
Vierte la nata y el caldo de pollo. Mezcla bien y deja cocinar a fuego bajo durante unos 5 minutos, hasta que comience a espesar ligeramente. -
Reunir todos los ingredientes
Vuelve a añadir el pollo a la sartén, integra el queso parmesano y deja cocinar todo junto durante unos minutos, hasta que la salsa esté bien cremosa y el pollo cocido por completo. -
Servir y disfrutar
Ajusta la sazón si hace falta. Sirve caliente y acompaña con lo que más te guste: arroz blanco, fideos, o una rebanada de pan casero para no dejar ni una gota de salsa.
🌟 Tips para variar la receta
-
¿Sin nata? Puedes usar leche evaporada o incluso yogur natural (agrégalo fuera del fuego).
-
¿Más verdura? Agrega calabacín o brócoli en trozos pequeños para un toque más verde.
-
¿Sin pollo? Esta receta también queda deliciosa con tofu o garbanzos para una versión vegetariana.
Esta receta lo tiene todo: proteína, vegetales, cremosidad y un sabor que conquista desde el primer bocado. ¡Una opción ideal para comidas familiares o una cena especial entre semana!